viernes, 27 de enero de 2012

De la Frontera a la alfombra roja…vayamos por la Casa Blanca

Estados Unidos se esta revolcando, el imperio no sabe como rehacerse y da unas de cal por tantas balas y otras de arena.
Grata sorpresa resultó la noticia de que el actor mexicano de 48 años, Demián Bichir, fue postulado en la categoría de mejor actor para la próxima entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, mejor conocidos como los “Oscar”.

Por supuesto que aplaudo, no el hecho, si al actor, porque tal cosa parece más bien un acto políticamente correcto y planeado, que un verdadero reconocimiento a la ya larga carrera del histrión. Quiero decir que leamos entrelíneas y veamos más allá de la pantalla, pues no olvidemos que son tiempos electorales en el país vecino del norte.

“A better Life (Una Vida Mejor)”, cuanta la historia de Carlos Galindo, un inmigrante que después de casarse “como todos allá en el pueblo”, dice certero un uno de sus diálogos Demian Bichir, se lanza a los Estados Unidos con la única intención de buscarse una vida mejor, pero el sueño americano no siempre resulta como en el mundo de Disney, la situación se vuelve complicada, el personaje principal acaba por perderlo todo, primero a su esposa, sus raíces, su libertad y casi a su hijo, un mexicano a todo color, pero que por nacer estadounidense se encuentra perdido entre ambas naciones, habla más inglés que español y le atrae más ser pandillero que ir a la escuela.

El filme es dirigido por Chris Weitz, por cierto de raíces mexicanas, retoma el fenómeno de la migración, tema que ha sido ya tratado en otras cintas, también parece deberle un poco a los filmes de Larry Klark por su forma de bosquejar a la juventud. Sin lugar a dudas la actuación de Bichir es los que sostiene la película, pues los otros personajes aparecen un poco desdibujados y algunas acciones resultan por momentos inverosímiles.

Sin embargo el director consigue reflejar todo lo que acarrea dicho fenómeno: discriminación, delincuencia, negación de
servicios y papeles, una existencia reducida solo a los trabajos que los estadounidenses no harían. Revelador resulta también otro de los diálogos de Bichir, que cabe decir, tiene como interlocutor a Blasco, un personaje interpretado por Joaquín Cosio, ambos concluyen que son cada vez más los mexicanos en aquel país. Una completa deconstrucción social, con todo lo que ello implica, es lo que retrata el filme.

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