miércoles, 29 de junio de 2011

El año que un poeta dejó de escribir.

En un abrir y cerrar de ojos o también comúnmente dicho: “en menos de lo que canta un gallo”, ha transcurrido ya medio año de este 2011. En un ejercicio de memoria me preguntaba algunas de las cosas por las que será recordado este momento de la vida colectiva, entre los referentes que de inmediato me saltaron a la mente se encuentra la declaración de persona no grata para el director Danes Lars Von Trier en el festival de Cannes, varios buenos álbumes que han pasado por mi disco duro (harina de otro recuento), sin lugar a dudas el primero entre todos los eventos será el sangriento saldo de 40 mil muertos (hasta ahora y contando…) producto de la lucha entre el narco y el estado.

Este ultimo hecho ha dejado estragos por todos lados, familias rotas, poblaciones prácticamente abandonadas, incertidumbres y resquemores. Ese México violento, perverso, fuera de control, se salió de los narco-corridos y de las películas de serie b de Mario Almada y Robert Rodríguez para convertirse en una realidad palpable por todos lados, sin embargo sabemos que no nos salvará un Machete o un Ranger y que la sangre se desparrama a diario por la televisión y los diarios.

Varios movimientos sociales han dejado ya sus huellas en nuestro país, el 68, el Halconazo, la Revolución, la Independencia, los terremotos, las marchas y en este momento la entrada de un poeta al castillo de Chapultepec, no para leer o declamar, no para ser reconocido sino para exigir justicia, sí para hacer reconocer por parte de las máximas autoridades y estructuras de poder la existencia de la sociedad civil, la existencia de seres humanos y no de segunda.

Es de reconocer, aplaudir y sobre todo apoyar moralmente el Valor de Javier Sicilia, quién logró exigirle y arrancarle el dialogo al Presidente Calderón, evento efectuado y no televisado a nivel nacional el 23 de junio de 2011, en el que finalmente Calderón no tuvo mas que bajarse de su pedestal y entender que gobierna para todo un país y no para intereses particulares.

Es sabido que no es una tarea fácil la de gobernar y conciliar fuerzas, pero también ha quedado claro que la violencia solo ha generado más violencia, Sicilia por el contrario y aunque por ahora retirado de la poesía, deja en claro que las palabras, que las ideas, pueden llevarnos a otros niveles, es absurdo y retrograda seguir pensando que México es un país tercermundista, pero también lamentable que se le siga tratando como tal.

La sociedad mexicana también puede ser conciliadora.

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