El efecto bola de nieve provocado por la polémica censura impuesta al documental “Presunto Culpable”, arrojo varios puntos a favor para la sociedad mexicana. En primer lugar logra evidenciar de forma contundente y tajante la perversión que se esconde detrás del sistema de (in)justicia mexicano, en el que el inculpado esta obligado a demostrar su inocencia cuando debería de ser esa supuesta justicia la encargada de mostrar la culpabilidad de un individuo en un delito.
La trama refiere el encarcelamiento del tianguista Antonio Zuñiga, detenido de forma arbitraria por un crimen en el que nunca intervino, sin presentarle en ningún momento una prueba fehaciente y ya ni si quiera una orden de aprensión en su contra.
“El miedo es lo que me tiene aquí adentro” pronuncia en una de las secuencias el protagonista, ese miedo posiblemente es lo que ha mantenido ha México sin poder dar el paso definitivo para transformarse en un país que elimine las inconsistencias no solo del sistema de justicia, sino en todos los sectores de la vida colectiva, pues aquí viene otro asunto importante:
El documental posiblemente habría pasado sin pena ni gloria por la cartelera de no ser por la suspensión provisional de su exhibición. La mayoría de los que lo han visto ya sea en una sala cinematográfica o vía el comercio informal, lo hicieron movidos por la duda y el morbo, este es otro de los logros del documental, es decir, en nuestro país se realizan muchos documentales de buena manufactura, de temas interesantes y trascendentes que en ocasiones no logran llegar al publico, o son retirados de cartelera por la falta de asistentes. Esto debe de hacer no solo consiente a las personas de denunciar y defender sus derechos en materia legal y de toda índole, sino que también demuestra al publico mexicano que el documental es un genero importante, vital, vigente y lleno de relevancia para la cinematografía mexicana. De conjurarse la censura sería un retroceso.
“Presunto culpable” cinta de Roberto Hernández y Geoffrey Smith, es efectivo y logro tal efecto no solo por la trama sino también por ser una filme bien realizado (una buena idea o un buen guión puede hacer una buena película, pero una buena idea mal planteada o mal producida no hace una buena película), detrás de la magnifica defensa llevada por el abogado Rafael Heredia, esta también el trabajo de los camarógrafos, de la edición, de la música, producida por Toy Hernéndez y coordinada por Lynn Fanchstein (la guro del soundtrack en filmes mexicanos).
“Presunto Culpable” es una lección para el sistema jurídico pero también para los espectadores de cine, o todos somos culpables o todos nos subimos al barco y sacamos al país adelante.
Hola:
ResponderEliminarMás vale tarde que nunca
En una ocasión un profesor nos dijo en clase: "En México no se castiga el delito, se castiga la pobreza" y por más que me resista a creerlo, una parte de mi sabe que es cierto... ahora, hare referencia a una frase ya comercial: ¿hasta cuándo?, buena pregunta aunque muy politizada.
Marco Tulio Cicerón decía que "la Justicia es la reina y señora de todas la virtudes" yo lo creo pero me pregunto ¿dónde está?, porque, los mexicanos parecemos vivir al margen de ella...
¡Ah sí!, pero no nos cansamos de culpar al sistema; lo increíble es que nosotros día a día formamos o deformamos mas ese sistema, no es posible que nos quejemos de él y no hagamos nada por corregirlo, solo lo corrompemos mas con nuestra indiferencia, nuestras actitudes antidemocráticas y porque no decirlo corruptas...
Pero hay esperanza... el ser humano puede cambiar, nada está escrito... se ve un nuevo atisbo de justicia - incierto pero ahí está- En una reforma al sistema del hasta ahora injusticia penal (juicios orales),se ve en cada persona que cree que lo correcto es lo mejor aunque cueste un mayor esfuerzo, que la justicia no es algo abstracto o un término que solo se aplica en un juzgado, sino que es algo con lo que todos debemos aprender a vivir, algo que debe guiar todas nuestras actividades… ¡¿cómo pedir un gobierno justo para gente injusta?! Si pedimos justicia hay que ser justos y no quedarnos callados, pero hablar con razón y más que con palabras, con hechos.
El documental solo muestra lo que todos -aunque sea en parte- sabíamos o sospechábamos, pero no nos atrevíamos a aceptar, menos a decir…
A decir verdad es lo que hacen todos los documentales... ¡enhorabuena por los que buscaron su censura y no lo consiguieron! ojala eso pase con todos los buenos documentales que se hacen en México, tal vez así todos iríamos a verlos y no estarían en las carteleras entrada por salida y no sé, tal vez hasta lleguemos a ser una sociedad critica que no solo habla por hablar, que no espera que los demás hagan lo que le toca hacer y que no cierra los ojos ante las injusticias, el fraude y los demás pesares que la afligen.
Reina LG